El paisaje está lleno de
lugares que encarnan la experiencia y las aspiraciones de la gente; lugares que
se convierten en centros de significado, en símbolos que expresan pensamientos, ideas y emociones varias y, por ello mismo, el paisaje no sólo nos presenta el mundo tal como es, sino que es también, de alguna manera, una construcción de este mundo, una forma de verlo.